Santini responde al clamor del pueblo: La estatua de Colón para San Juan

Réplica de la estatua.

El Alcalde de San Juan, Jorge Santini, siempre con el oído en tierra en lo que respecta a los anhelos y aspiraciones de la ciudadanía de la Capital, acaba de declarar que está considerando la instalación de la Estatua de Colón en terrenos capitalinos.  Con ello, y como acostumbra, responde a un clamor del pueblo que ya se sentía estallar: todos los sanjuaneros se desviven por tener en su vecindad la susodicha estatua.

Desde que el exalcalde de Cataño, Ewin Rivera Sierra, alias El Amolao, adquiriera la estatua como un regalo de su creador, el ruso Sergio Tsetereli –que recibió 2.5 millones por la misma–, los ciudadanos de la vecina Capital comenzaron a arder de rabia y envidia.  Cómo sería posible, se preguntaban, que Cataño tuviera una estatua más alta que cualquiera estructura en la Capital.  Al cancelarse la construcción del Caracol del Parque del Tercer Milenio, cientos de sanjuaneros cayeron en una profunda depresión.

Para tranquilidad de los capitolinos, el Amolao fracasó en su intento por erigir la estatua y la misma comenzó a enmohecerse en terrenos del municipio.  Luego, el municipio de Mayagüez, bajo la sabia dirección de su alcalde, José Guillermo Rodríguez, alias Guillito, adquirió junto a intereses privados las cientos de piezas de la escultura de 600 toneladas y que, si alguna vez es levantada tendrá una altura del doble de la Estatua de la Libertad en Nueva York.  Tras permanecer en un almacén del Puerto de Mayagüez, las piezas mohosas pasaron al Municipio de Arecibo, aunque recientemente se ha propuesto erigirla en el cayo Desecheo.

Al ver esta interpretación artística de como se verá San Juan con la Estatua frente al Morro, el Alcalde exclamó "¡Oh, oh, oh! ¡Esta es la linda estatua que busco yo!"

Todo esto sucedió luego de que ciudades como Miami, Baltimore y otras rechazaran la estatua, que fue propuesta y rechazada por primera vez al gobierno estadounidense en 1992, como conmemoración del quinto aniversario del «descubrimiento» de América.

Ahora, respondiendo a un resonante y evidente clamor de la ciudadanía capitolina, el alcalde Santini anuncia que está considerando adquirir la estatua.  Si recordamos que el Amolao no pudo levantarla al carecer de fondos, pues requería unos $25 millones, luego de pagar unos $10 en total por el regalo y su transporte, cabe preguntarse si el alcalde ha identificado los fondos para la estatua.

Claro, que al encontarse las calles y avenidas de la capital en su mejor estado en la historia, el alcalde podría destinar parte del dinero de obras públicas, en vez de a reparar las mismas, a erigir la estatua.  Otra parte del costo de la estatua podría venir de un recorte al presupuesto de limpieza y ornato de la ciudad, ya que el estado de la misma es el más óptimo de todos los tiempos.  Por último, un recorte a los gastos de publicidad podría producir el resto del dinero necesario para la más imprescindible obra de este milenio.